Lo bueno y malo del cine es que puede trasladarnos a mundos que muchos de nosotros desconocemos y al igual que los medios de comunicación, darnos a conocer ese mundo de la manera que en este caso, el director quiere que lo veamos. Para muchos de nosotros los lobbies son un parte oscura de la sociedad en la que quizás por el desconocimiento que tenemos de su funcionamiento, simplemente los asociamos al interés de un número de empresas privadas con gran poder en mejorar su rentabilidad. John Madden nos da su punto de vista sobre los lobbies americanos en la película El Caso Sloane (Miss Sloane, 2016), un largometraje que retrata la vida de una ejecutiva de un lobby cuya ambición, seguridad e influencia en su trabajo le ha dado un nombre a la hora de defender los derechos de empresas privadas frente a los medios públicos. Su meta es la de ganar, llevándose a quien tenga por delante para reconocer las causas por las que ella cree que merece la pena luchar.

Una sublime Jessica Chastain da vida a esta insaciable mujer que ha dejado sus intereses personales a un lado para dedicarse plenamente a ganar los casos que aborda en su trabajo. El director de Shakespeare in love (1998)El exótico Hotel Marigold (The Best Exotic Marigold Hotel, 2011) o La Deuda (The Debt, 2011),—esta última también con Chastain a la cabeza—, presenta una filme en el que se ponen sobre la mesa temas de actualidad como el intento de abolición del pago de aranceles de las importaciones de aceite de palma desde Indonesia en el país americano, o la no regulación de armas en Estados Unidos. El ritmo frenético que lleva la trama así como los continuos diálogos y los numerosos saltos en el tiempo nos presentan un interesante thriller político por el que Chastain vuelve a estar extraordinaria, dando vida a esta insaciable mujer que en medio de un mundo dominado plenamente por hombres, intenta denunciar un sistema corrupto sin importar las formas y los métodos para lograrlo.