El director Francis Lawrence vuelve a trabajar con la actriz Jennifer Lawrence tras la trilogía de Los Juegos del Hambre (The Hunger Games) en la película Gorrión Rojo (Red Sparrow, 2017), un thriller de espionaje en el que una joven es chantajeada por el gobierno ruso para internarse en un centro de reclutamiento cuyos entrenamientos son tan severos que deshumanizan a los jóvenes y los convierten en seres programados para luchar. El primer objetivo de la joven tras su alistamiento es un agente de la CIA que lleva uno de los casos de infiltración más secretos entre Rusia y el gobierno americano. Gorrión Rojo está basada en la novela de Jason Matthews, un escritor que ha estado toda su vida investigando e informándose sobre las relaciones de espionaje entre Rusia y Estados Unidos.

La cinta mantiene los estereotipos característicos del cine de espías en un thriller de suspense que pretende ser enrevesado cuando aparentemente todo es mucho más sencillo de lo que nos quieren dar a entender, y en el que su heroína lucha contra una sociedad machista en la que es la propia mujer la que utiliza su cuerpo como arma, dejando a un lado los momentos románticos para dar protagonismo a la lucha individual de esta en un mundo de corrupción e intereses.

Jennifer Lawrence lleva las riendas del guión en una película centrada plenamente en su personaje protagonista, el que gracias a su magnífica interpretación logra cautivar al espectador hasta su final, a pesar de que si no fuera por ella, seguramente Gorrión Rojo no se hubiera estrenado en cines o simplemente se hubiera quedado en una de tantas películas que no llegan a buen cauce. Y es que Jennifer Lawrence tiene tanto potencial, que saber que ella es la protagonista de una cinta es suficiente para elegir verla.