Si en 2017 se ha hablado mucho de la cinta española Verano 1993 (Carla Simón, 2017), en este mismo año en Italia se estrenó Call Me by Your Name (Luca Guadagnino, 2017), una película que también se centra en un verano concreto —el de 1983 en este caso—, y esta vez es un joven adolescente el protagonista que disfruta de un verano de vacaciones junto a sus padres y el nuevo ayudante de su padre, un estudiante americano más mayor con quien terminará teniendo una química muy especial. Las dos horas de metraje de la película nos trasladan hasta nuestro propio pasado recordando esos veranos de holgazanería en los que muchos disfrutamos de tanto tiempo libre para hacer lo que nos gustaba y comenzábamos a vivir nuevas experiencias.

Call Me by Your Name va más allá y nos relata una deliciosa historia de amor entre dos jóvenes del mismo sexo cuya diferencia de edad no impide que crezca un cariño entre ellos que se describe con tal naturalidad y sin grandes planos que al igual que sucede en la película de Carla Simón, hace que la sencillez de ambas cintas sea precisamente lo que nos cautive de ellas. El director Luca Guadagnino sabe relatar de forma excepcional la sexualidad, la historia de amor que va naciendo y se va consolidando, y la evolución de ese amor con un reparto principal que está sublime, y entre el que destaca especialmente el joven actor Timothée Chalamet, haciendo que sus últimas dos secuencias sean una delicia que siempre será recordada en el séptimo arte y que en parte es gracias a su insólita interpretación.