La nueva serie de la cadena HBO está creada por dos grandes nombres del cine y de la música: el director de cine Martin Scorsese y el cantante de la banda The Rolling Stones, Mick Jagger. Ellos han creado un drama sobre la industria discográfica que protagoniza Bobby Cannavale, actor secundario que pudimos ver en películas y series de televisión como Turno de Guardia (John Wells, 1999), Blue Jasmine (Woody Allen, 2013) o Chef (Jon Favreau, 2014), y que se estrena aquí como protagonista, llevando la carga más pesada de la serie Vinyl (2016). Cannavale interpreta a Richie Finestra, el presidente de una de las casas discográficas más famosas del momento que en pleno auge de estilos de música como el punk o la música disco en la década de los 70, le toca lidiar con esos años de fiestas desenfrenadas, drogas duras y rock & roll a la vez que intenta formar una familia y llevar una vida aparentemente «normal».

Una imagen de Bobby Cannavale y Olivia Wilde en ‘Vinyl’ (Foto: IMDB)

Lo que más destaca del primer episodio de Vinyl —además de la representación de los excesos y la desmesura de la época, y que por su duración y estética es casi un largometraje—, es sin duda la elección de la música que escuchamos en casi dos horas de piloto. Led Zeppelin, Rare Earth, ABBA, The Temptations, Martha Reeves & The Vandellas, Bo Diddley, Dusty Springfield, Black Sabbath, Otis Redding, Chuck Berry o Deep Purple entre otros muchos, y eso en tan sólo 108 minutos. Un completo de ritmos de la época que enganchará a cualquier amante de la música, y que ayudará a que sea un gran inicio de serie, gracias también a la mano en la dirección de Scorsese con esos planos majestuosos y secuencias que recuerdan mucho a cintas suyas como Goodfellas (1990) o Casino (1995). Entre la banda sonora, descubriremos a un grupo llamado Kaleo cuya canción ‘No good’ nos dejará con ganas de escuchar más sobre ellos.