Comenzamos una nueva sección en la que repasaremos el cine clásico durante un domingo de cada mes. Empezamos hablando de Los intocables de Eliot Ness (The Untouchables, Brian de Palma, 1987), una película de cine negro en la que el director Brian de Palma realizó una adaptación personal de las novelas de Óscar Fraley y el propio Eliot Ness para contar la complicada detención del gángster Al Capone a manos del agente federal Eliot Ness y su equipo de policías y agentes que persiguieron a la figura del crimen más importante de Chicago en los años 30.

Con Kevin Costner en la piel de Eliot Ness, Sean Connery como el agente que le ayuda en su captura junto a dos sabios policías interpretados por Andy García y Charles Martin Smith y Robert de Niro interpretando a Al Capone, Los intocables de Eliot Ness sirvió para relatar la verdadera historia de estos agentes que lucharon por capturar al hombre que controlaba el crimen organizado de esos años  —con las adaptaciones que requiere el cine para hacer la investigación más heroica—, así como para crear un thriller con acción y drama que logró convertirse con su reparto, ambientación, banda sonora y puesta en escena en una película de referencia.

Los intocables de Eliot Ness es un buen ejemplo para conocer los distintos planos, ángulos o movimientos de cámara con los que se crean las secuencias en el cine. Una de sus escenas míticas sucede cuando en plena misión de los policías en una estación de tren, un carrito de bebé cae por las escaleras —copia moderna de la secuencia que aparecía en El Acorazado Potemkin (Bronenosets Potyomkin, Sergei M. Eisenstein, 1925)—, y que puede servir a aquellos que quieran saber más sobre cine para entender más a fondo el interior de la realización de una película (para los interesados, podéis ver la explicación de los planos, ángulos de la cámara, movimientos y duración de cada toma en detalle en el siguiente vídeo).