Si bien hace unos días hablábamos de la que parece ser la última interpretación de Robert Redford en el cine con la película The Old Man & the Gun (David Lowery, 2018)—leer reseña pinchando aquí—, hoy nos remontamos al año 1975 para hablar del filme Los tres días del cóndor (Three Days of the Condor, Sidney Pollack, 1975), un thriller de espionaje protagonizado por Robert Redford y una secundaria femenina a la que da vida la actriz Fade Dunaway con el que el director Sidney Pollack hizo su propia adaptación de la novela de James Grady, Seis días en el cóndor. 

Un trabajador de la CIA que se dedica a leer revistas y libros que puedan contener mensajes codificados que formen parte de operaciones secretas se ve involucrado en una encerrona que le obliga a investigar solo y sin poder confiar en nadie para averiguar quién anda detrás de un múltiple asesinato. En su camino secuestra a una mujer que terminará ayudándole a conseguir respuestas y a sobrevivir ante aquellos que quieren acabar con su vida. Romance e intriga hicieron de esta película de los años 70 un ejemplo de película de espías que con los años ha servido de referente para otras cintas posteriores como Misión Imposible (Mission: Impossible, Brian de Palma, 1996) o El caso Bourne (The Bourne Identity, Doug Liman, 2002).

Un ritmo constante durante todo el largometraje en el que la intriga de la trama va creciendo pausadamente y con ella se va creando tensión en varias secuencias, junto con una banda sonora que produce más suspense e incertidumbre a la historia principal, y como remate final la buena química de los actores protagonistas, que aún teniendo un guión que explota un romance algo forzado, saben interpretarlo de manera natural. Todo ello son las claves de que Los tres días del cóndor se convirtiera en un sugerente thriller de intriga y espionaje que ensalza el personaje de Robert Redford y le ofrece al actor uno de los papeles más conocidos de su trayectoria en el cine.