Si volvemos a ver la primera temporada de Sexo en Nueva York (Sex and the City, Darren Star, 1998) nos damos cuenta que la serie evolucionó en sus seis temporadas, cambió en las dos películas posteriores que se realizaron a la serie y la secuela And Just Like That… (Darren Star & Michael Patrick King, 2021) estrenada ahora tras más de veinte años desde el estreno de la serie, pretende hacer ver que es lo mismo que Sexo en Nueva York cuando mucho ha cambiado esta secuela desde los comienzos de la serie en la que se basa. Y es que aunque los cambios no son malos y son una realidad que tiene lugar con el paso del tiempo, en este caso el exceso de todo, el camino al que han llegado y las personas en las que se han convertido dejan mucho que desear.

Sexo en Nueva York fue una serie que marcó una década a finales de los años 90. La fama que adquirieron sus cuatro protagonistas así como la que obtuvo la ciudad de Nueva York en sí misma, hizo que se realizaran dos películas posteriores en las que siguiendo un poco el estilo del final de las temporadas de la serie, el dinero era el centro de las miradas. Los viajes de lujo, los sitios de lujo a los que iban y la ropa o bisutería de lujo que llevaban sus personajes fueron adquiriendo más protagonismo que las quedadas entre amigas para hablar de trabajo, sexo o de sus vidas —también cuestionables pero que fueron lo que dieron parte del éxito a la serie—. Carrie podía vestir con un top y un vaquero que ese estilo simple que llevaba acompañado de las reflexiones de sexo que luego plasmaba en sus columnas en el periódico eran lo que hicieron triunfar a la serie.

Tras el estreno de los dos primeros episodios de la secuela, vemos que el exceso de glamour, dinero y botox son los que llevan el protagonismo ahora. Casas de lujo, ropa de lujo y el deterioro de los personajes a pesar de llevar las tres una vida acomodada —con una Charlotte peor que nunca, Carrie que está más en las nubes y la decepción que es ahora el personaje de Miranda que era el mejor de las cuatro—, así como la ausencia tan evidente de la actriz Kim Cattrall que era el cuarto componente de esta amistad y que se ha querido dejar constancia en la secuela con la historia ficticia —que posee toques de realidad— de una guerra entre Sarah Jessica Parker y Kim Cattrall en la que Parker es la ganadora que mantiene la amistad de sus dos compañeras que la apoyan mientras Cattrall es quien desaparece de la historia. And Just Like That… mantiene esas vidas de alta clase y opulencia del final de la serie y las películas pero adaptadas a la época actual posterior a la pandemia, con la tecnología rodeando nuestras vidas y unos decepcionantes personajes e historias.