Me ha venido una pregunta al poco de ver la primera parte de Argo (Ben Affleck, 2012) y es la siguiente, ¿por qué son tan aclamadas aquellas películas estadounidenses en donde ellos mismos se echan piedras sobre su propio tejado?

Quizás en esta no es especialmente claro ese lema estadounidense de que ellos son los buenos que pasarán por encima de quien no siga sus normas pero actualmente, y ya rodando una quinta temporada, existe una serie de televisión americana que sí que hace referencia a esto desde la perspectiva de una agente del FBI y sus responsables y compañeros. Esta serie es Homeland (2011) y puede decirse que ha superado con creces lo esperado. Una serie que relata una serie de mentiras que se destapan de hechos que están sucediendo al mismo tiempo en la actualidad. Homeland ha revolucionado las audiencias y ha conseguido llevarse los mejores premios de la crítica americana, ¿y no es eso reconocer lo asesinos que son ellos mismos y no tanto quienes ellos quieren hacernos creer? ¿No es echarse piedras sobre su propio tejado? ¿O es la nueva forma de vender lo que ellos mismos han creado?

Una imagen de Claire Danes en la serie ‘Homeland’ (Foto: IMDB)

Por mucho que conocemos hoy en día la historia sobre la enemistad creada entre Estados Unidos e Irán, que viene siendo por motivos económicos como ocurre siempre, creo que es necesario informarse primero de lo acontecido en 1979 en Irán para poder entender los hechos reales en los que se basa la serie en sus primeras temporadas, ya que aunque se intenta explicar algo de ello en la introducción de la serie, no es suficiente y a mi parecer es más subjetivo que realista porque no debemos olvidar que estamos hablando de una serie estadounidense.

Y volvemos al «basado en un hecho real», algo que con el tiempo ha logrado un gran reconocimiento generalizado y que a la hora de ser nominado para un premio hace que lleve todas las papeletas para ser elegido —y una vez más, Argo (Ben Affleck, 2012) es uno de esos ejemplos—. En mi caso, veo como algo positivo que una película se base en un hecho real, a pesar de que muchas tienden a distorsionan los acontecimientos reales, pero a mi me empuja a verla, imagino que en parte por mi amor hacia cómo la ficción puede plasmar el realismo.

 Una imagen de Ben Affleck en la película ‘Argo’ (Foto: Filmaffinity)

Se establecen dos puntos conforme se desarrolla la película. En primer lugar, la diferencia de culturas, muy obvia cuando estamos en un país que no es el nuestro. Y en segundo lugar, el concepto de los americanos como héroes, de cómo ganaron otra batalla gracias a la inteligencia de unos pocos. Al verlo desde el bando americano es fácil ponerse de su lado, pero debemos tener en cuenta que también los americanos mataron y sacaron a iraníes de su país que no tenían relación con los hechos que se estaban aconteciendo, y que al igual que aquí se nos dice que ellos querían a todos los americanos muertos, los americanos también querían a los iraníes muertos. Es una venganza mutua que no va a terminar hasta que nuestras mentalidades no cambien y ese rencor desaparezca para siempre.

En resumen, es una historia interesante pero como toda confrontación, se nos habla más de un lado que del otro, y vemos la historia contada desde el punto de vista de uno de los bandos. Es un hecho que beneficia a la política estadounidense. El ciudadano se siente más americano que nunca porque sabe que si él hubiera sido uno de los rehenes, su gobierno hubiera hecho todo lo posible por salvarle la vida. Es interesante como el cine puede convertirse en muchos casos en propaganda política.

⇓ SPOILERS A CONTINUACIÓN ⇓

Lo que me sorprendió de la historia fue toda la ayuda que recibieron de los medios de comunicación para hacer creer a los iraníes que realmente estaba ocurriendo algo que era simplemente una mentira, y también el parecido físico que tienen los actores con las personas reales. Además, Argo es un ejemplo del clásico melodrama, sólo hay que ver la historia del protagonista: alejado y «separado sentimentalmente» de su mujer, con quien se está dando un tiempo y que a su vez sufre la tragedia de tener a su hijo lejos de él. Y sin embargo, tras la operación Argo vuelve a tener una familia y volvemos a tener el final feliz.