Los acordes de 20th Century Fox suenan a Queen con la inconfundible guitarra de Brian May y en la primera secuencia de la película Bohemian Rhapsody (Bryan Singer, 2018) somos testigos del nerviosismo de la banda segundos antes de subir al escenario para el concierto Live Aid en Wembley. Desde ese momento en el que la cámara sigue a Freddie Mercury y el espectador se pone en el lugar del cantante, Bohemian Rhapsody nos adelanta que vamos a ser testigos de la creación del mítico grupo como si nosotros fuéramos un miembro más de él.

La singularidad de Farrokh Bulsara se relata en este breve historia que incide en su trayectoria personal y profesional que nos permite descubrir sus humildes orígenes, el ascenso a la popularidad del grupo Queen y los problemas personales del cantante y pianista con el resto de miembros del grupo. La lucha con el productor de Jimi Hendrix porque aceptara un single como ‘Bohemian Rhapsody’ de más de seis minutos o el rechazo de la popular MTV en emitir su videoclip ‘I want to break free’ son algunos de los momentos que retrata la cinta, haciendo con ella resurgir de nuevo hoy a este grupo de los 70 tras haber convertido a ‘Bohemian Rhapsody’ en una de las canciones más escuchadas de 2018.

La magnífica caracterización de Brian May, Roger Taylor, John Deacon y Freddie Mercury con sus cuatro actores principales −destacando la interpretación de Rami Malek con cada movimiento y expresión de Mercury− son las que completan un guión con toques de humor, drama y romance en los que el largometraje realiza un tributo al desaparecido líder de la banda. La película muestra la seguridad de Mercury en el escenario que contrasta con la vulnerabilidad que vivía en su intimidad, todo ello enfatizando la importancia de todos sus miembros en el éxito del grupo. Bohemian Rhapsody ofrece una mirada personal a la creación del legendario artista que con miles de fans en todo el mundo, llevó una vida solitaria plenamente entregada a la música con la que gracias a esta cinta, cada espectador podrá volver a vibrar en su asiento como si viviera un concierto de la banda en directo.