El mundo Transformers deja a un lado a su autobot favorito Optimus Prime y a su siempre héroe masculino para dar protagonismo esta vez a una joven adolescente y al pequeño de los autobots en la sexta entrega de la saga. Bumblebee (Travis Knight, 2018) se desvía del repetitivo patrón creado por Michael Bay, cambiando algunos de sus ingredientes principales aunque manteniendo la esencia de sus predecesoras.

La relación paternal y de amistad que se crea entre la adolescente y el pequeño de los autobots dota de sentimentalismo a una película que mantiene la acción y los toques de humor de los secundarios a la vez que entretiene al espectador con momentos ingeniosos que nos hacen viajar a los años 80 y recordar algunos de los éxitos musicales de grupos como Duran Duran, A-ha, Bon Jovi, Simple Minds o The Smiths.

Bumblebee es un soplo de aire fresco para una saga en la que las cinco películas de Michael Bay demuestran repetir un mismo guión sin saber desarrollar una trama tan interesante como la de los transformers en la época de Merlín y el rey Arturo como sucede en la quinta entrega de Transformers. Afortunadamente, Travis Knight se desvía de los estereotipos de Bay y crea una precuela que sabe entretener al espectador con su historia, acción, humor y ciertos toques de nostalgia que complementan a la perfección este grato pasatiempo en el que se convierte Bumblebee.