Cada director tiene su marca personal y cada uno tiene un determinado público que sigue sus películas esperando repetir emociones de un cine característico y diferente. En el caso de Álex de la Iglesia, sin ser una de esas seguidoras de su cine, he de decir que la introducción y el posterior comienzo de El Bar (2016) hace pensar que estamos ante otro director. La calidad de sus créditos de inicio y la forma que tiene de presentarnos a sus protagonistas y a introducir los momentos de comedia es maravillosa, dando comienzo a un thriller inquietante que mezcla realidad y ficción y enfatiza ese humor negro de Álex de la Iglesia en una interesante historia que tiene como localización un bar en el centro de Madrid.
Una imagen de la cinta con su reparto principal
Tan pronto vamos adentrándonos en la trama, los toques tan peculiares del director van dejándose ver y vuelven a destapar las huellas personales de Álex de la Iglesia que desgraciadamente, se adentran en un thriller morboso en donde ese personaje español tan barriobajero y desagradable se convierte en el centro de atención y acapara todas las miradas, y un sinfín de estereotipos españoles como la abundancia de descalificaciones o el resaltamiento de la desnudez femenina parecen ser sus mejores tácticas para engatusar al espectador. Con unas estupendas interpretaciones de su elenco principal, es una pena que resurjan las características principales de su director, que de nuevo como ya sucedió en cintas como Mi gran noche (2015) o La chispa de la vida (2013) estropean un aparente buen film.
Nota: 6/10
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