La película francesa Elle (Paul Verhoeven, 2016) narra la vida de una mujer de mediana edad con una biografía menos convencional de lo que podríamos pensar en un principio, que sufre un inesperado asalto en su casa en la que es violada por un hombre con una máscara. El director Paul Verhoeven, famoso por largometrajes de ciencia ficción como Robocop (1987) o Desafío Total (Total Recall, 1990), y de películas con una historia similar a Elle, en la que destacan el protagonismo femenino con mujeres seductoras que esconden un drama perturbador en sus vidas, presenta ahora una historia de seducción con la que ya parece más una obsesión del propio Verhoeven hacia aspectos turbadores. Es por ello que el personaje que interpreta la actriz Isabelle Hupper nos recordará inevitablemente a la escritora de novelas de intriga interpretada por Sharon Stone en Instinto Básico (Basic Instinct, Verhoeven, 1992) o a la bailarina de striptease que intenta sobrevivir en un tenebroso mundo en Showgirls (Verhoeven, 1995).

La trama de Elle comienza con un insólito inicio que de forma original nos adentra en un thriller psicológico que a lo largo de la cinta irá profundizando en el humor negro creando cierta duda entre lo cómico y lo absurdo. Lo mejor de todo es sin duda la estupenda interpretación de Isabelle Huppert, quien cada vez parece más la Meryl Streep del cine francés, y que aquí nos ayuda a llegar hasta el final de una cinta cuya trama termina tambaleándose entre la perturbación y el patetismo conforme se va desarrollando, pero que gracias a la actuación de su actriz protagonista y a la fuerza y el comportamiento de esta ante las adversidades, conseguirá que nos cuestionemos los límites de la moral y el deseo.