El cine francés está en auge. Hace poco hablábamos de una comedia que reivindica más películas sobre mujeres como Las Invisibles (Les Invisibles, Louis-Julien Petit, 2018) —leer reseña pinchando aquí—, y este miércoles se estrena en el cine En buenas manos (Pupille, Jeanne Herry, 2018), un drama que trata los procesos de adopción en Francia desde que el niño es entregado al nacer hasta el momento en que es asignado a una familia.

Sin ser un tema que pueda interesar a todo el público, En buenas manos consigue atrapar al espectador con una historia cercana y realista que trata sobre seres humanos. Gracias a su fantástico reparto y a un brillante guión conoceremos con más detalle puestos de trabajo como el de la trabajadora social, historias como la de la propia joven que entrega a su hijo en adopción, la rutina de familias que acogen a niños en adopción hasta que los pequeños encuentran una familia o las parejas que llevan años intentando conseguir adoptar un niño.

En buenas manos relata a la perfección el proceso de adopción de un niño y refleja el individualizado y detallado procedimiento de selección de una familia que generalmente se convierte en un proceso largo que hace que los padres interesados puedan llegar a quemarse, desilusionarse o incluso que hayan cambiado sus circunstancias personales en el momento de conseguir su propósito. Con todo ello, este filme francés consigue ser una crítica al largo procedimiento que las administraciones necesitan para cerrar una adopción a pesar de haber partes interesadas en ambos lados pero sobre todo, es una película centrada en sus protagonistas, los seres humanos.