La tercera película dirigida por Angelina Jolie nos cuenta la historia de un matrimonio que decide establecerse en un maravilloso y solitario pueblo de Francia con la intención de que él pueda dedicar tiempo a escribir su libro y ella descanse. La cinta describe la crisis de un matrimonio en el que la relación tan complicada que viven, hace que nos cuestionemos continuamente por qué siguen juntos y qué pretende decirnos la película en sus dos horas de duración.
Desgraciadamente, esa es una pregunta que no llegaremos a responder en ningún momento puesto que es quizás una cinta que no pretende contar nada más que el drama de un acontecimiento en sus vidas que les hace vivir una conducta victimista, a pesar de tener un nivel de vida que les permite estar en un hotel sin trabajar el tiempo que quieran, y disfrutar de una vida de lujo en la que lucir diariamente gafas de sol de último modelo o salir a cenar a elegantes restaurantes.
Brad Pitt y Angelina Jolie en una secuencia de la película
Lo que termina de ahogar la cinta es el personaje femenino principal protagonizado por la propia Angelina Jolie, quien sorprende que sea también la guionista, que ha creado un personaje que lo único que hace cada día es ponerse unas pestañas postizas y lucir unos vestidos de gala para sentarse en la tumbona de su hotel y observar por el agujero de su casa la felicidad y los actos sexuales de sus jóvenes vecinos.
Nota: 1/10
SPOILER: Curiosamente, un agujero que terminará uniendo al matrimonio y que parece simbolizar el reencuentro sexual que les hará vivir a ellos.
Deja una respuesta