El director Colvin Trevorrow que ya dirigió la primera película de la trilogía Jurassic World (2015) repite en la dirección de su tercera secuela, Jurassic World: Dominion (2022). Tras una entretenida segunda parte dirigida por J. A. Bayona que tenía bastante parecido con la cinta original realizada por Steven Spielberg—leer reseña pinchando aquí—, y a pesar de que el planteamiento que ofrece esta tercera película es bastante interesante como ha sido el hecho de reunir algunos de los actores de las primeras películas y juntarlos con los de las nuevas secuelas, el resultado final no es lo que muchos esperábamos.

Con unos efectos especiales menos realistas, una composición en la que realidad y ficción no están bien cuidadas y una competición para mostrarnos varias localizaciones consecutivas con cada uno de los personajes y sus situaciones, la primera parte de esta nueva secuela es bastante decepcionante y no ayuda al espectador a querer seguir viendo más. La segunda mitad sin embargo, se anima con secuencias de acción y panorámicas de las localizaciones que demuestran que estamos ante una película de gran presupuesto y nos recuerda con sus escenas a películas recientes de la saga James Bond así como otras cintas protagonizadas por Tom Cruise como las últimas secuelas de Misión Imposible (Mission: Impossible) o incluso Noche y día (Knight and Day, James Mangold, 2010).

Jurassic World: Dominion pretende aportar cierta nostalgia trayendo de vuelta personajes de las primeras películas interpretados por los actores Laura Dern, Sam Neill y Jeff Goldblum, y cerrar esta trilogía con los actores que han protagonizado las nuevas secuelas, uniendo así a un elenco más numeroso y haciéndoles trabajar en equipo para escapar de un territorio en el que los humanos, una vez más, estamos a punto de acabar con él. Colin Trevorrow parece haber querido tocar un poco de todo perdiéndose entre todo ello sin saber enfocar la mirada en lo concreto y no sabiendo retratar la trama de la forma adecuada. Menos ingeniosa e intentando copiar lo ya vivido en el pasado, esta última entrega sigue siendo cine de aventuras y ciencia ficción con escenas de acción por todo lo alto pero pierde el rumbo con un guión caótico, muchos puntos cuestionables en la historia y un desenlace que no está a la altura de sus predecesoras.