El reclamo de que el libro en el que está basado haya sido un bestseller que ha logrado obtener multitud de críticas positivas anima a ver la película. La chica del tren (Tate Taylor, 2016) está basada en la novela de Paula Hawkins y se centra en la historia de una mujer que diariamente coge el tren para ir a su trabajo y en su trayecto va observando a los mismos vecinos, que con la ayuda de su propia imaginación harán que ella misma recree unas vidas idílicas que se alejan del drama que ella encuentra en su vida.
La actriz Emily Blunt en una secuencia de la cinta
La película nos introduce desde su comienzo a tres mujeres que construirán con sus historias un thriller que lentamente irá destripando una trama que si no fuese por el conocido reparto que lo conforman y que encabeza la actriz Emily Blunt podría ser perfectamente un telefilm de sábado por la tarde. La multitud de cortes y el continuo cambio de personajes principales y secundarios que no cuentan mucho de la trama pero que hacen que el espectador llegue a sospechar de todos ellos demuestran que estamos ante una maraña de líos a cual más trágico que no son suficientes para que el espectador se deje seducir por la intriga de la historia. Todo ello para que al final nos demos cuenta que el drama que viven las tres mujeres y que vamos descubriendo durante la cinta sólo consigue crear un tremendo culebrón que debe incluirse entre los dramas y thrillers psicológicos de más bajo nivel.
Nota: 2/10
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