Con una tercera parte de nombre Ofrenda a la tormenta (González Molina, 2020) que está prevista que se estrene en cines próximamente, los dos primeros libros de ficción que completan la trilogía del Baztán escrita por Dolores Redondo ya se han llevado a la gran pantalla con dos largometrajes que han adaptado las historias de misterio de la escritora vasca. Sin entrar en el debate de película o libro que terminará en toda una variedad de opiniones, Elizondo se convierte en un magnífico escenario para los thrillers de intriga El guardián invisible (González Molina, 2017) y Legado en los huesos (González Molina, 2019).

Este pequeño pueblo de Navarra donde nació la inspectora protagonista del relato y al que debe volver para investigar la muerte de una adolescente es con su localización y el constante clima oscuro y lluvioso un acompañamiento redondo para completar el suspense de ambas películas. La trama va desenmarañando la vida personal y el pasado de la inspectora Salazar mezclando así el caso que investiga con los sucesos ocurridos a la protagonista en su infancia.

Los colores pálidos y la música de ambiente aumentan la intriga del relato que siempre acompaña a la historia. El guardián invisible nos adentra en su trama mientras que Legado en los huesos nos hace involucrarnos completamente en ella gracias a la mayor carga de acción y al desarrollo y avance del relato. Naturaleza, carreteras infinitas en las que no vemos el final así como la vida en un pueblo de tres mil habitantes que vive unas tragedias inesperadas completan unos ingeniosos thrillers dramáticos que se ayudan de flashbacks, una buena puesta en escena y una excelente interpretación de la actriz Marta Etura que es el motor de vida de la historia y con la que recorremos e investigamos los casos que acechan Elizondo.