¿Por qué algunas películas llegan a lo más alto mientras otras que igualmente lo merecen son invisibles para los espectadores? El cine independiente tiene cientos de películas merecedoras del reconocimiento que una película como Lady Bird (Greta Gerwig, 2017) está teniendo, y sin embargo, muchas de ellas se han quedado en el camino y ni siquiera son tenidas en cuentas por la audiencia o la crítica. Lady Bird es el segundo proyecto en la dirección de la actriz Greta Gerwig tras Noches y fines de semana (Nights and weekends, 2008), pero esta vez Gerwig escribe y dirige la cinta sin la colaboración de su compañero Joe Swanberg en un proyecto que recoge una historia semi-autobiográfica de su juventud.

El largometraje se centra en la vida de una adolescente de diecisiete años durante su último año de instituto. Con la siempre estupenda actriz Saoirse Ronan dando vida a una inquieta protagonista y unos secundarios de lujo como Laurie Metcalf o Tracy Letts que interpretan a los padres de ella, Lady Bird es una cinta con una historia sencilla que recoge las raíces del cine independiente estadounidense que tanto conoce Gerwig para mostrar la peculiar relación que esta adolescente mantiene con sus padres, y la cantidad de ideas, pensamientos y cambios que vive esta joven en ese último año de instituto.

Lo que más destaca de la protagonista es su fuerte personalidad, sus inquietudes, su seguridad y al mismo tiempo, el temido e incierto futuro que le espera y que le hace crear su propio nick y dejar a un lado a la Christine que sus padres han bautizado y criado durante el instituto. Dando una imagen de una mujer totalmente diferente a los estándares adolescentes femeninos que se representan en el cine, Gerwig parece querer mostrar con Lady Bird su lucha interior y el crecimiento personal de alguien que con muchas inquietudes y un enérgico carácter, está tan perdido como la mayoría de los adolescentes de su edad. El filme vuelve a hacer resurgir al cine independiente con un relato que nos adentrará fácilmente en el día a día de esta familia —más común de lo que aparentemente parece querer demostrar—, que se quita los típicos estereotipos que acompañan a las figuras paternas para mostrar una núcleo familiar corriente cuya vida no es tan diferente a las nuestras.