El asesinato realizado por un adolescente a numerosos niños y maestros de un instituto de Texas se suma a una larga lista de sucesos similares en Estados Unidos que vuelve a poner el debate de las armas sobre la mesa sin que lleguen a tomarse medidas que paren el uso y acceso a armas en Estados Unidos. Lakewood (The Desperate Hour, Phillip Noyce, 2021) retrata esa hora desesperada en la que una madre recibe la llamada de un policía informándole sobre un atentado que está teniendo lugar en el instituto donde van sus hijos cuando ella se encuentra corriendo en un bosque alejado de la ciudad.

El thriller va poco a poco cogiendo fuerza utilizando una cámara que nos enfoca desde arriba todo el bosque y que no para de cambiar de plano, una banda sonora que con su ritmo acelerado pretende dar rapidez y potenciar la intriga y sobre todo, un personaje protagonista que lleva todo el peso de la historia y cuya actuación es imprescindible para conseguir adentrarse en la trama. Naomi Watts es la actriz que da vida a esta madre que hace todo lo posible por llegar hasta sus hijos y con la que demuestra una vez más que es una brillante actriz cuya responsabilidad aquí es tan inmensa como sobresaliente. El espectador podrá empatizar con su caso y vivir esa desesperación que el mismo personaje sufre.

Una imagen de ‘Lakewood’ con la actriz Naomi Watts (Fuente: Vertigo Films)

Lakewood cae constantemente en el melodrama de su relato y los toques peliculeros son palpables en la cinta haciendo que una historia que vemos en la vida real más veces de las que nos gustaría sea aquí absorbida por el thriller y la intriga de un largometraje. El poder del cine es muchas veces transmitir una idea a sus espectadores que les ayude a reflexionar y luchar por cambiar situaciones como las que escuchamos constantemente en institutos americanos.

Sin embargo, Lakewood se queda muy lejos de ello aunque pretendan hacernos creer lo contrario y demuestra que, el poder de las multinacionales que mueven la venta de armas con los millones de beneficios que unos pocos se llevan importa más que una verdadera lucha entre las madres de esos niños y otras madres, padres y personas que pueden llegarse a unir para frenar matanzas que afectan a las familias de sus fallecidos, la familia del propio asesino y de todos aquellos supervivientes que viven estas agónicas y dramáticas situaciones.