Viajamos a un verano en una casa de pueblo en la que una familia pasa esos días de calor junto a la abuela que tiene un estado grave de alzheimer y su cuidadora, una mujer colombiana que no solo es a la única a la que reconoce la matriarca sino que también es quien tiene la casa dispuesta y la comida preparada para todos. El día a día lo vemos a través de los ojos de Nora, la joven adolescente de la familia que observa todo lo que pasa a su alrededor en un momento de su vida en el que empiezan a cambiar sus gustos y comienza a ver la vida de otra manera. Pronto se unirá a ella Libertad, la hija adolescente de la cuidadora, con la que se empezará a crear una amistad entre dos jóvenes de clases y realidades muy distintas. Libertad (2021) es la ópera prima de la directora Clara Roquet con la que gracias a la mirada a estas dos adolescentes definiremos y comprenderemos el personaje de Rosana, la cuidadora.

Este filme conseguirá que hagamos un recorrido nostálgico por nuestra propia adolescencia con todas esas experiencias, detalles, sueños y expectativas de vida cuando apenas hemos vivido nada todavía. Esos primeros momentos que nos empiezan a separar del refugio familiar para ir conociendo el exterior y así también, ir conociéndonos a nosotros mismos. A su vez, nos hará reflexionar sobre la situación de una mujer que dejó a su hija en su país años atrás y vuelve a reunirse con ella cuando es adolescente. Ahora la madre intenta enseñar el valor de cuidar a su hija como ella hace con una familia pero su hija no lo comprende porque no ha sido educada de esa manera. Con la historia de esta cuidadora que es una extranjera en un país que no es el suyo, Libertad es una mirada a tantas mujeres latinoamericanas que se mueven a países lejos de los suyos como España, teniendo que dejar a sus hijos y padres para cuidar ellas a otras familias y mandar ese dinero a los suyos.

Con ese juego de la palabra en el título de la película y en uno de los personajes principales pero también en la idea de libertad perdida y añorada, este largometraje habla sobre la amistad de dos adolescentes que viven situaciones de vida distintas y nos hace reflexionar sobre si esas barreras repletas de etiquetas que construimos como sociedad pueden llegar a destruir una amistad como la que empiezan a tener estas dos jóvenes. La directora Clara Roquet construye una fabulosa e interesante historia con la que nos sumergiremos de lleno en todos esos pequeños detalles de los veranos de nuestras vidas y en esas amistades que quizás dejamos de lado con el paso del tiempo por esos muros absurdos que los seres humanos tendemos a crear.