¿Qué sucede con los dramas románticos protagonizados por Justin Long? ¿Por qué Long elige unos personajes tan semejantes que no aportan mucho más que el de alguien que está perdido en su vida y con una pareja o expareja perfecta? Literally, Right Before Aaron (Ryan Eggold, 2017) cuenta la historia de un joven a quien su reciente exnovia le invita a su boda con otro hombre. Aunque este tiene pareja, parece no haberse recuperado de los ocho años de relación que tuvo con el que parece el amor de su vida y decide acudir a la boda. La película nos recuerda desde el comienzo la feliz y perfecta vida que aparentemente tuvo con su expareja y lo mezcla con su vida actual en la que él parece estar totalmente perdido. De esta forma, Literally, Right Before Aaron crea ese contraste entre extremos en el que nos quieren hacer pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor que el presente, un sentimiento con el que suele recrearse a menudo el cine independiente indie del siglo XXI.

El personaje que interpreta Justin Long pretende con su forma de ser, las circunstancias que vive y la gente que le rodea, crear diferentes momentos de comedia que tienden a rozar lo absurdo debido a esos momentos en su rutina que se mueven entre lo patético y lo dramático, y donde el entretenimiento no llega a aparecer. Una comedia romántica que puede recordar a la película de los años 90 La boda de mi mejor amigo (My Best Friend’s Wedding, P.J Hogan, 1997), o incluso parece estar influenciada por la mítica El graduado (The Graduate, Mike Nichols, 1967), en la que el personaje de Long está más perdido de lo que estaba el de Dustin Hoffman pero sin embargo, Literally, Right Before Aaron tiene poco que aportar en comparación con las cintas protagonizadas por Julia Roberts o Dustin Hoffman.