Con la primera imagen de la mítica estatua de Columbia convertida ahora en dibujos de animación que se mueven, intuimos que la película de animación que vamos a ver va a ser distinta a lo que hemos visto antes. Los Mitchell contra las máquinas (The Mitchells vs the Machines, Michael Rianda & Jeff Rowe, 2021) comienza con una primera presentación de los miembros de la familia y el reto que va a suponer para ellos la lucha contra el apocalipsis de las máquinas. La protagonista de la película es una joven que se siente que nunca ha encajado en la sociedad pero que la oportunidad de irse a estudiar cine le anima a hacer lo que le gusta y poder así también encontrar amigos que tienen sus mismos hobbies. La aventura que comienza la familia entera en el día que ella va a ir a la universidad les hará pasar más tiempo juntos y vivir unos días alocados que les cambiarán la vida.

Los efectos visuales que completan la cinta con planos a cámara lenta, GIFS que se colocan en caras de los personajes o el uso de filtros que estamos tan acostumbrados a ver en las redes sociales dotan de originalidad a la cinta. Asimismo, otros temas secundarios se tocan a lo largo de la historia que funcionan como una crítica al mundo actual que vivimos. Instagram y la obsesión por la perfección que vemos a menudo en otras personas y nos hace querer conseguirla nosotros mismos —muchas veces fracasando en el camino—, o la locura del WIFI y de la tecnología móvil que nos tiene enganchados cada día y a todas horas son algunas de las críticas que se plantean.

El miedo a que los robots lleguen a controlarnos en un futuro reciente da lugar a un particular villano que querrá vengarse y acabar con la humanidad en esta road movie. El colorido de la animación, el ritmo constante de la trama y la mezcla de géneros cinematográficos entre los que destacan la comedia, el cine de aventuras y el familiar crean una película para todos los públicos llena de entretenimiento y personalidad que nos hará reír durante la mayor parte del metraje y quizás nos saque alguna lágrima en su final. No todo el mundo se queda a ver los créditos finales de una película cuando no tienen una secuencia adicional tras los créditos y sin embargo, seguramente muchos se queden viendo los créditos finales de Los Mitchell contra las máquinas que al igual que ocurre con la estatua de Columbia, nos seguirán sacando una sonrisa hasta su última imagen.