En estos días de confinamiento, un blockbuster también tiene derecho a adentrarse en nuestras casas para hacernos desconectar y disfrutar de una película llena de efectos especiales y que tiene a un excepcional personaje protagonista como Maléfica. Una de las villanas de Disney se convierte ahora en la heroína de una película familiar de entretenimiento en la que se nos muestra el pasado de la hada Maléfica seguido de su transformación en la villana que todos conocemos, pero aportando una nueva mirada y reflexión a un sugerente personaje.

Con el estreno como director de uno de los creadores de los efectos especiales de cintas como la emblemática película de ciencia ficción y aventuras Avatar (James Cameron, 2009), Robert Stromberg se pone al frente de la dirección en Maléfica (Maleficient, 2014) creando una espectacular cinta de aventuras que nos adentra en dos mundos imaginarios que son visualmente grandiosos y coloridos. Con una Angelina Jolie algo forzada en su comienzo pero que pronto demuestra que el personaje de Maléfica le va como anillo al dedo, es su interpretación la que aporta fuerza, seguridad y sentimiento a la estrella de la historia.

Respetando el cuento de Charles Perrault del que se basa y mejorando en general la mirada puesta en la historia de esta protagonista —aunque con algún momento desacertado que se debería haber mejorado o incluso prescindido de este—, Maléfica es una cinta entretenida que no solo agrada visualmente con el mundo fantástico que crea, sino que posee toda una serie de temas que se mueven entre la inocencia de su primera etapa, la traición y venganza muy común en la mayoría de estas historias, y el aprendizaje que la vida nos enseña a todos y que algunos aprenden en el camino y otros se niegan a hacerlo. Es interesante la reflexión que deja la película con una moraleja que demuestra la necesidad de reconocer nuestros errores, aprender de ellos y convertirnos así en seres humanos mejores de lo que éramos.