El primer largometraje de Jim Sheridan a finales de los años 80 demostraba la valía de un director que en los treinta años de carrera profesional que lleva hasta el momento, ha sabido elegir historias cargadas de emoción que ha representado poniendo el peso de los sentimientos en el centro de las historias. Mi pie izquierdo (My Left Foot, 1989) es la ópera prima de Sheridan y se basa en la novela autobiográfica del pintor y escritor irlandés Christy Brown, un hombre que sufría parálisis cerebral en todo su cuerpo a excepción de su pie izquierdo. El actor Daniel Day-Lewis dio vida al personaje de Brown adulto con el que estando al principio de su carrera cinematográfica, ya demostraba la capacidad de inmersión con el personaje real. Su interpretación dando vida a Christy le dio la fama en Estados Unidos y le hizo ganar el primero de sus tres premios Óscar gracias a este papel.

La vida de Christy Brown dentro de una familia humilde repleta de hermanos pero siempre rodeado de su madre que le dio un amor incondicional y le ayudó a ser la persona en la que se convirtió se aprecia durante toda la cinta. Asimismo, la capacidad de adaptación del propio Christy a los distintos entornos en los que se encontraba a pesar de su enfermedad es admirable, y la inteligencia que demuestra es deslumbrante. El largometraje nos sitúa en el presente para ir moviéndose en el tiempo hacia el pasado y dando a conocer así la vida del niño y la del adolescente pero haciéndonos regresar al presente de vez en cuando a la vida del Christy adulto.

Los verdaderos Mrs. Brown y Christy Brown (Fuente: Independent.ie)

Mi pie izquierdo nos enseña una historia llena de vida que está cargada de sentimientos gracias a las excepcionales interpretaciones de todo el reparto desde la del propio Lewis hasta los actores secundarios y sobre todo, esa madre interpretada por la actriz Brenda Fricker. El filme posee un guión que ahonda en los momentos determinantes de la vida de Brown y nos lleva a empatizar con esa familia desde el inicio. Descubriremos el carisma, sentido del humor y brillantez de Christy Brown así como el amor de su madre con un hombre y una mujer que lucharon contra las barreras de la época y las de la enfermedad, dejándonos una historia de superación deslumbrante que a su vez muestra una de las historias de amor entre madre e hijo más bonitas de las representadas en el séptimo arte.