Un año más, tras un 8 de Marzo reivindicativo en el que un número importante de ciudadanas y ciudadanos en todos los países han salido a la calle pidiendo igualdad entre mujeres y hombres, en el cine el género romántico sigue estancado en una moraleja machista producida meramente para mujeres que durante décadas ha transmitido una idea equivocada a todos los que han visto este tipo de películas. Sin embargo, la actriz Rebel Wilson pretende con ¿No es romántico? (Isn’t it romantic?, Todd Strauss-Schulson, 2019) cambiar esa idea establecida a través de una historia que critica las películas románticas siendo esta misma una película romántica.

Las comedias y dramas románticas tienden a ensalzar la idea de que el amor es la solución que completa la vida de una mujer y generalmente, la caracterización de la mujer se complementa con su físico y el entorno que le rodea. ¿No es romántico? utiliza Pretty Woman (Garry Marshall, 1990) como un ejemplo de película romántica que hizo soñar a muchas mujeres con un amor idealizado en el que una prostituta encuentra a un hombre rico que le ofrece una vida adinerada a través del amor que surge entre ellos, convirtiéndola a ella en mujer florero. A la protagonista de ¿No es romántico? es su madre quien le arrebata desde pronta edad el sueño de tener una vida como la del personaje de Julia Roberts, convirtiéndola en una mujer ciega al amor como le dicen en la película, pero que ha decidido centrarse en su carrera profesional y en la amistad en lugar de en la búsqueda de un hombre.

A ritmo del éxito de los 90 de Donna Lewis, ¿No es romántico? narra la historia de una mujer que queda atrapada en una película romántica donde se invierten los roles, de forma que ella se adentra en un mundo artificial en el que convive directamente con los guapos ricachones siendo ella una chica normal que no entra dentro de los cánones de belleza establecidos por la sociedad. El entretenimiento está asegurado en esta comedia romántica que pretende cambiar el propósito de este tipo de películas, enviando un nuevo mensaje a su audiencia muy distinto del que Julia Roberts y Richard Gere difundieron en los 90.