Netflix tenía preparado un gran estreno pocos días antes de terminar el año 2021. No mires arriba (Don’t Look Up, Adam McKay, 2021) narra la historia de una estudiante de astronomía que descubre la presencia de un cometa en el sistema solar que en pocos meses va a colisionar con la tierra. Junto con su profesor acude a contar al mundo la gravedad del suceso mientras el mundo está más interesado en toda una serie de banalidades que les han hecho creer que son las importantes. El director de La gran apuesta (The Big Short, 2015) presenta una película que como dice su propia presentación, bien podría estar basada en hechos reales, que mezcla ciencia ficción y drama con continuas dosis de humor con las que reiremos en algunas secuencias y sentiremos pavor en otras por el gran parecido con la realidad que muestra.

Este apocalipsis que pretende acabar con la población importa poco a la presidenta de los Estados Unidos o a su jefe de gabinete, cuya ignorancia e incompetencia les hacen omitir el problema cuando se lo presentan sin cuestionarlo si quiera. Al mismo tiempo, la prensa recomienda a los astrónomos que contraten abogados porque los necesitarán cuando cuenten la verdad al mundo y la población continúa promoviendo las burlas y mofas a los científicos tras su entrevista en prime time en televisión. El espectáculo tan bochornoso que se vive viendo el circo desde fuera nos recuerda bastante al circo que vemos en televisión o redes sociales continuamente, y a lo rápido que se dirige a toda una población hacia el camino por el que nos quieren llevar.

Con unas excelentes interpretaciones de un reparto conocido con Jennifer Lawrence, Leonardo Dicaprio, Cate Blanchett y Meryl Streep entre otros, una banda sonora compuesta por Nicholas Britell y las breves participaciones de Bon Iver y Four Tops con su música en dos secuencias y un ritmo frenético en una interesante historia que nos mantiene atentos durante su desarrollo, No mires arriba es una sátira que a través de una historia ficticia con demasiados parecidos con la realidad se burla de la estupidez humana, el poder del capitalismo y el mundo que hemos creado, y cuya historia puede extrapolarse a muchos acontecimientos que hemos vivido, como puede ser actualmente la pandemia del Covid-19 y como en un futuro reciente pueden llegar a ser las consecuencias del cambio climático.