¿Se puede opinar de un remake americano cuando no se ha visto la original, incluso cuando debería haber visto primero la original porque es donde la originalidad y la esencia más reside en la película?
Se puede. No lo veo del todo justo, pero a veces debemos pensar que puede que sin un remake, mucha gente no hubiese llegado a conocer la existencia de una película original que contaba prácticamente lo mismo.
La película original, Oldeuboi – Oldboy (Park Chan-wook, 2013)
Es el caso de este remake americano realizado por Spike Lee de la película coreana Oldeuboi. Sinceramente, tras verla se te queda un nudo en el estómago por la dureza de la historia en sí, que está muy bien interpretada por Josh Brolin y, sin quitar mérito al director coreano de la original, bien dirigida y coordinada por Spike Lee.
La cinta gira en torno a un empresario que un día es secuestrado y vivirá durante veinte años encerrado en cuatro paredes a base de empanadillas chinas y una televisión. Puede parecer una especie de centro de desintoxicación porque el protagonista es un gran aficionado al vodka y su adicción al alcohol parece ser su salida de la realidad que le rodea (separado de su mujer y con una niña de tres años).
Oldboy fascina durante la primera parte de la cinta, donde sin entender por qué lo han secuestrado y por qué lo mantienen en condiciones infrahumanas, vemos como los sentimientos empiezan a aflorar y el protagonista comienza a desintoxicarse y a plasmar sus sentimientos en cartas, que le ayudarán a seguir viviendo y a buscar una salida tras esas cuatro paredes.
Durante la segunda parte de la película, el drama pasa a un segundo plano, dejando a la acción ser la protagonista, buscando así venganza y una explicación por lo que le ha ocurrido. Y es aquí donde quizás más decae la historia, a pesar de que el espectador quiere saber con ansia las razones por tanto sufrimiento hacia él, es también ahí donde no convencen las explicaciones y la historia en sí que nos quieren hacer ver, que aunque es sorprendente, es también poco creíble.
(SPOILER)
En cualquier caso, me quedo con la moraleja de la película: la televisión ha conseguido en estos años algo que solo un profesor o un familiar parecía poder conseguir años atrás, y es que nos creamos todo lo que vemos y nos dicen, sin cuestionarnos si podemos estar siendo utilizados por un ser tan poderoso como son los medios de comunicación.
Oldboy me ha recordado al documental francés en el que se eligen un número de personas al azar que están dispuestas a participar en un concurso en el que tendrán que dar descargas eléctricas a uno de los concursantes si éste falla las preguntas que ellos le hacen. Es realmente aterrador lo que los psicólogos concluyen tras realizar varios de estos programas ficticios con gente de todo tipo, y es que el poder que la televisión tiene en nuestras mentes es inmenso, puesto que está tan presente en nuestra rutina diaria desde que somos pequeños, que ha sido y es nuestra profesora, y nosotros le obedecemos, sin cuestionarnos si lo que estamos haciendo es humano. Aquí dejo el enlace para quien quiera ver el documental: http://www.rtve.es/alacarta/videos/la-noche-tematica/noche-tematica-juego-muerte/3540718/
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