Otro pequeño favor, todo por un like (o varios)

La secuela de Un pequeño favor (A Simple Favor, Paul Feig, 2018) repite con su mismo director y actrices principales en una historia que continua la de su predecesora y le da un rumbo nuevo. Otro pequeño favor (Another Simple Favor, Paul Feig, 2025) ha tardado en llegar siete años, pero el tirón de su primera parte y la reunión de nuevo de las actrices Anna Kendrick y Blake Lively en los roles principales ha hecho que este thriller que mezcla drama y comedia a partes iguales vuelva a tener otra oportunidad en la gran pantalla con una segunda parte. Pese a lo complicado que es que una segunda parte supere a la originalidad y realización de su original.

El glamour vuelve a ser el protagonista de esta continuación que ofrece intriga y humor para unos escenarios y unas protagonistas que siempre aparecen perfectas. Una amistad ficticia que une a los dos personajes pero que hace que consigan que cada una saque un beneficio de esa relación. El lujo tan evidente, los estereotipos sobre las mafias italianas, y lo que acaba convirtiéndose en una telenovela, con personajes comportándose como tal y una historia que se nutre de esas formas de ser tan extremas de los protagonistas; esta segunda parte va evolucionando hasta convertirse en un thriller de intriga en el que todo es entretenimiento.

Las segundas partes son difíciles de mejorar y a veces incluso es complicado igualar el éxito y/o acierto que tenían las películas originales que iniciaron la veda. Otro pequeño favor vuelve a ser un ejemplo de ello. Pese a que la secuela no empieza mal y está muy basada en la realidad que vivimos con las redes sociales como protagonistas del día a día de una gran mayoría de personas, y de gente que vive con hipocresía las relaciones que van creando en sus vidas; es la evolución de estas historias que unen a ambas protagonistas la que no es tan acertada y se vuelve menos interesante conforme nos adentramos en ella. ¿Por qué entonces se siguen haciendo cada vez más secuelas cuando la calidad de estas suele ser mucho menor? ¿Será cierto aquello de que ya está todo hecho y cuesta más sacar adelante las producciones nuevas?


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