Perfectos Desconocidos (2017) es la nueva comedia de Álex de la Iglesia que ha conseguido hasta el momento que más de dos millones de personas vayan al cine a verla, llegando a recaudar hasta el momento más de 21 millones de euros. El remake de la película italiana Perfetti sconosciuti (Paolo Genovese, 2016) cuenta la historia de unos amigos que se reúnen a cenar un sábado por la noche y deciden dejar sus teléfonos móviles encima de la mesa, teniendo que leer en alto los mensajes entrantes y contestar las llamadas mientras el resto de asistentes escuchan lo que les llega. De la Iglesia realiza una buena presentación introduciendo a las tres parejas protagonistas pero se precipita describiendo todos sus puntos débiles en el mismo comienzo, haciendo que los momentos cómicos y el desarrollo sean demasiado previsibles. Con una sobrecarga de tópicos y estereotipos constantes, Perfectos Desconocidos se hace llevadera gracias a los toques de humor que a su vez plantean cuestiones relacionadas con temas demasiado asentados en nuestra sociedad y que nos hacen plantearnos qué tipo de personas somos.

Con las brillantes interpretaciones de Ernesto Alterio, Pepón Nieto, Eduard Fernandez y su reparto femenino encabezado por Belén Rueda, Juana Acosta y Dafne Fernandez, esta comedia negra resalta todos los clichés de las relaciones de pareja haciendo que los papeles de la mujer y el hombre estén demasiado definidos en las historias. El problema reside principalmente en introducir el género fantástico en una historia tremendamente realista que nos hace alejarnos de la objetividad de la trama para introducir una moraleja un tanto forzada que hace destacar más a uno de los personajes a pesar de que la importancia recae en el grupo en sí. Perfectos Desconocidos parece haber encontrado el camino al éxito con un completo reparto de grandes actrices y actores, y una trama realista que profundiza en una cuestión que está de plena actualidad y que nos muestra un arriesgado juego que plantea una interesante cuestión moral.