Sex Doll (Sylvie Verheyde, 2015) relata la historia de una joven francesa residente en Londres que se dedica a la prostitución de lujo en la capital inglesa. En su vida se cruzará un joven que la sigue continuamente y que la ayudará en algunos momentos complicados, comenzando así entre ellos una relación un tanto peculiar. La actriz francesa Hafsia Herzi y el modelo británico Ash Stymest, —este último se estrena en el cine con esta película—, son los protagonistas de una historia en la que la inexperiencia de los jóvenes y la dureza de sus respectivos trabajos les hace llevar unas vidas solitarias en una ciudad cosmopolita como Londres.

La cinta es una mirada cómplice a una dura profesión en la que cientos de jóvenes menores de edad comienzan trabajando en la prostitución a pesar de la ilegalidad de ello, y de una multitud de personas que siendo cómplices, no hacen nada para evitarlo. Sex Doll se centra en la historia de cariño que nace entre los dos jóvenes franceses y que a través de los escasos diálogos de la cinta y de la mirada continua a los dos personajes protagonistas nos muestra sus complejas vidas. Como si de un relato personal se tratase, la película no destaca por sus nítidos diálogos sino que describe a base de las propias interpretaciones de los actores principales, el drama de gente real que como ellos en la cinta, deben luchar por una vida mejor a pesar de encontrarse solos y perdidos en un mundo tan complicado como el de la prostitución y el abuso de menores.