Un músico de jazz sin éxito y que ha sido rechazado en numerosas ocasiones trabaja como profesor de música en un instituto. Su trabajo no le motiva y siendo su pasión la música, sueña con ser pianista de jazz. Joe es el protagonista de Soul (Pete Docter & Kemp Powers, 2020), la última película de Pixar que relata dos mundos paralelos para hacer que el espectador más infantil disfrute de la animación y el más adulto reflexione sobre su historia.

Tal y como plantea Soul, sería interesante que cada uno pudiéramos ver nuestra propia vida resumida en un mismo escenario y los momentos más relevantes de nuestra rutina se visualizaran en ese mismo panel de forma que nos ayudara a ver y comprender un poco mejor nuestro papel como protagonistas de nuestra historia y lo que estamos haciendo con ella. Soul nos da la oportunidad de utilizar nuestra imaginación y poner esos recuerdos en el escenario, abandonando así esa rutina que nos tiene metidos dentro de una rueda que no para y pudiendo reflexionar sobre una vida que solo vamos a vivir una vez.

La originalidad de su historia, su interesante narración con unos diálogos que esconden citas para el recuerdo, y un mundo de color y fantasía dotan a Soul de unas características que la hacen ser una opción agradable para ver en familia, con la que los niños disfrutarán de unos curiosos personajes animados dentro de un original mundo imaginario y los más adultos seguirán su historia con emoción, descubriendo un relato cargado de preguntas y moralejas para reflexionar.