Jason Reitman, director de pequeñas grandes películas como Gracias por fumar (Thank You For Smoking, 2005), Juno (2007), Up in the Air (2009), Una vida en tres días (Labor Day, 2013) ó Hombres, mujeres y niños (Men, Women and Children, 2017) nos trae un nuevo largometraje en el que repite con la actriz Charlize Theron, con la que ya protagonizó unas de sus anteriores películas Young Adult (2011). Tully (2018) relata la historia de una mujer que a punto de dar a luz a su tercer hijo, lleva una vida dedicada plenamente al hogar y a la crianza de sus hijos.

La actriz Charlize Theron vuelve a demostrar su valía dando vida a una mujer estancada en una rutina de estrés y agotamiento producido por el reparto individualizado de una tarea tan complicada y estresante como es el hogar y los hijos. Gracias a un largometraje que sabe conducir a la propia Theron sin necesidad de ayuda externa pero en el que, también el papel de la niñera que interpreta la actriz Mackenzie Davis contribuye a ahondar en el tema principal, el reparto femenino de Tully refleja con total naturalidad y realismo la difícil tarea de una madre en la que recae el trabajo de unos hijos y una casa que le hace estar totalmente estancada en una cansancio permanente.

El director sabe transmitir como ya hizo en sus anteriores filmes un problema global como en este caso es la falta de reparto equitativo de tareas entre un matrimonio, y la complicada y siempre desmerecida tarea de una madre, que a pesar de todo, se siente culpable por no tener suficiente energía para hacer más de lo que ya hace. Tully es un largometraje necesario que nos hará darnos cuenta de la complicada vida de una mujer en la crianza de su bebe recién nacido y su difícil vida como ama de casa con tres niños a su cuidado.

Nota: Importante llegar al final para ver esa última secuencia de la película que nos regala una imagen para el recuerdo de las que nos tiene acostumbrados el director Jason Reitman en sus películas.