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La cuarta y última entrega de la saga reúne a un reparto único que con todo un elenco de actrices y actores archiconocidos parece haber conseguido arrebatar —tras su primera semana en cartelera— el segundo puesto de Titanic (J. Cameron, 1997), que era la segunda película más taquillera de la historia —aunque James Cameron todavía mantiene a su cinta Avatar (2009) en el podio, al menos hasta día de hoy—. El entretenimiento está asegurado en las tres horas de duración de Vengadores: Endgame (Anthony & Joe Russo, 2019). Al igual que su predecesora Vengadores: Infinity War (Anthony & Joe Russo, 2018), la necesidad del trabajo en equipo vuelve a reunir a los vengadores para intentar salvar al universo tras la destrucción provocada por Thanos.

Los héroes y heroínas demuestran mayor crecimiento personal y madurez tras las experiencias vividas en el pasado. El amor, la amistad o la familia son algunas de las cuestiones que se tratan en medio de la acción y los efectos especiales. Con un aire melancólico, destaca la sencillez y claridad que se aprecia en su guión, que ayudará a que el espectador que no esté al día con el resto de películas Marvel, comprenda con facilidad su desarrollo y desenlace —aunque se pierda algunos guiños que deja la cinta para los auténticos aficionados a Marvel—.

Su banda sonora compuesta por Alan Silvestri resalta la acción del largometraje y los momentos más emblemáticos de este pero Vengadores: Endgame también deja espacio para otras canciones de grupos como The Kinks, Traffic, The Rolling Stones o la canción ‘Come and get your bone’ de Redbone, que junto al baile de Chris Pratt nos trasladará a la película Guardianes de la Galaxia (Guardians of the Galaxy, James Gunn, 2014). Con todo ello y dejando a un lado alguna cuestión que podría discutirse en cuanto al poder y el más hacer de algunos personajes, Vengadores: Endgame cierra una etapa que emocionará a los amantes del cine de superhéroes explotando los géneros cinematográficos que domina y tocando sus temas principales de siempre.