Whiskey Tango Foxtrot es una expresión originaria en la armada americana que proviene del dicho What The Fuck, con el que comparte sus mismas siglas y significado puesto que ambos vienen a decir lo mismo. Whiskey Tango Foxtrot podrían ser perfectamente las primeras palabras que nos vendrían a la cabeza tras ver la película del mismo nombre ya que para empezar, es una cinta que se ha vendido como comedia, a pesar de ser una historia situada en un país en guerra como Afganistán, en donde pronto vamos descubriendo que el mensaje y la cinta en sí es claramente un drama con toques de blockbuster Hollywoodiense.

Tina Fey se sumerge esta vez como productora y actriz dando vida a una periodista cuya rutina monótona y solitaria le hará aceptar de la noche a la mañana una nueva aventura como reportera de guerra en Afganistán en donde las emociones fuertes y la adrenalina que provoca la inseguridad de vivir en un país en guerra serán la excusa de las continuas fiestas, en las que predominan el consumo de alcohol y otras drogas que evadirán a los extranjeros de la realidad diaria que viven.

Tina Fey y Margot Robbie en una de las secuencias de la película

La cinta utiliza estereotipos clásicos y juega con la diferencia entre culturas para provocar la risa del espectador, y es así como el rol entre sexos o las costumbres son usadas como sátiras para burlarse de una sociedad en la que estos estereotipos siguen estando más que presentes. Además, otras cuestiones como el periodismo, la amistad, la cultura o el hecho de ser mujer serán constantemente expuestos para mostrar no sólo las tradiciones tan diversas que hay en otros países, sino también para enfatizar la condición egoísta del ser humano y en el caso de la historia de la reportera, la soledad de ésta que la lleva a la búsqueda incesante de encontrar un sentido a su vida.

Whiskey Tango Foxtrot nos deja un sabor bastante amargo como drama personal en el que Tina Fey vuelve a realizar una brillante interpretación, pero cuya trama pasa sin pena ni gloria y ni siquiera los numerosos secundarios que la acompañan llegan a convencer en sus papeles, en donde la sátira que intentan avivar actores como Martin Freeman, Margot Robbie, Billy Bob Thornton o Alfred Molina se ve relegada a un segundo plano debido al dramatismo de la historia que no cesa en ningún momento de la cinta.