El techo amarillo (Isabel Coixet, 2022) pone en el punto de mira la impunidad de dos hombres que cometieron abusos sexuales durante veinte años en el Aula de Teatro de Lérida. Dividido en nueve partes que nos ayudan a comprender mejor lo que sucedió dentro de ese teatro mediante principalmente los testimonios de las mujeres que cuando eran adolescentes sufrieron abusos sexuales por parte de estos dos profesores, el documental nos ayuda a comprender la forma en la que en España tratamos casos como este y nos hace ver la importancia de cambiar tanto nuestro punto de vista en comunidad como el proceso con el que actualmente se llevan a cabo estos casos.

A través de la valentía de estas mujeres de rememorar y contar en público los abusos sufridos por estos dos profesores cuando en algunos casos ellas eran menores de edad, y gracias a las grabaciones en vídeo y fotografías de esos años, llegaremos a entender mejor lo sucedido dentro del teatro y la complicidad de tantas personas que durante años permitieron que los abusos sexuales continuaran teniendo lugar. El documental muestra también fragmentos de grabaciones de televisión en las que entrevistan al profesor Antonio Gómez que nos llevan a reconocer la hipocresía que tanto predomina en la sociedad, con un profesor que alardea de sus clases de teatro públicamente mientras se aprovecha de las alumnas en el ámbito privado.

La inteligencia del documental reside fundamentalmente en la ausencia de morbo y sensacionalismo al contar el caso —bastante difícil como podemos ver en los recientes documentales estrenados por varias plataformas en los últimos años— y también, en la utilización del silencio y los tiempos al relatar los hechos, que nos ayudan a reflexionar sobre lo sucedido, nos hacen ver lo importante que es hablar y nos lleva a observarnos a nosotros mismos en nuestras formas de actuar y los silencios que escondemos en nuestras vidas diarias. Sorprende la poca difusión que se le ha dado a un documental tan necesario que debería llegar a todos los rincones para que así, entre todos, no permitamos que estos casos se repitan, se apoye a las víctimas y los culpables no queden impunes.