Se hacen llamar Lady Di, Brigitte Macron, Cicciolina, Edith Piaf o Vanessa Paradis y todas ellas son las protagonistas de Las invisibles (Les Invisibles, Louis-Julien Petit, 2018), una comedia francesa que relata la historia de varias mujeres con situaciones personales complicadas que se reúnen diariamente en un centro de día para personas sin hogar que les ayuda a reinsertarse en la sociedad. La vida de las trabajadoras sociales y de las mujeres que acogen cambiará cuando el ayuntamiento anuncie el cierre del centro.

Las invisibles refleja una realidad social que demuestra la dificultad de reinserción de las mujeres en el mundo laboral. Sin embargo, la cinta lo afronta con una fuerza y positivismo que se percibe en las trabajadoras sociales que conseguirán contagiar de esperanza y energía a las mujeres con las que trabajan en el centro. El humor baña el realismo de las historias de las protagonistas que a pesar de sus diversas personalidades y las difíciles situaciones personales que afrontan, se unen para buscar un hueco en este mundo que a veces recorta oportunidades a personas que atraviesan o vienen de un entorno menos afortunado que les aleja de la mayoría de la población.

A ritmo de Eurythmics y Aretha Franklin con el mensaje feminista de su canción ‘Sisters are doin’ it for themselves’, Las invisibles habla del conjunto de las protagonistas femeninas sin hacer hincapié y ahondar en profundidad en ningún personaje concreto. Esta adaptación del libro de Claire Lajeunie ‘Sur la route des invisibles, femmes dans la rue’ que utiliza la comedia para representar una realidad social, relata las vidas de distintas mujeres con circunstancias desmoralizadoras que sin tener una alfombra roja por la que pasearse, desfilan sobre un montón de colchones con la cabeza bien alta, sin rendirse y con positivismo hacia la vida.