El 17 de agosto de 2017 tuvo lugar un atentado en Barcelona en el que una furgoneta recorrió los 800 metros de la vía peatonal de la rambla llevándose por delante a numerosas personas que caminaban esa tarde por allí. Pocas horas después de este trágico suceso y con el conductor de la furgoneta en búsqueda tras huir, un nuevo atentado en Cambrils parecía conectar ambos atentados. 800 metros (León Siminiani, 2022) es una miniserie de tres episodios que estrena Netflix con la que pretende analizar quiénes eran los integrantes de esa célula terrorista y por qué jóvenes integrados en la sociedad española pudieron perpetuar esos asesinatos.

Con los testimonios de expertos en la materia, el jefe de los mossos de esquadra, investigadores como Nacho Carretero o Anna Teixidor —esta última periodista y autora del libro ‘Los silencios del 17-A’—, las declaraciones de los familiares de las víctimas de estos atentados o los propios amigos conversos de los terroristas, la miniserie 800 metros analiza la creación de esta célula situándose tres años antes de los atentados en un momento de auge del yihadismo y centrándose en la llegada del imán Es Satty en España. Situándonos en las localizaciones en las que se movieron en España o incluso en otras ciudades como Bélgica y con un mapa conceptual de los miembros de la célula que utilizan para que sigamos todos los movimientos que se conocen de cada uno de ellos, el documental termina siendo una cinta de ficción con thriller e intriga de fondo en la que iremos viendo los días previos a los atentados con ansia de conocer lo que sucedió hasta llegar a ellos, y dejando para el final una serie de planteamientos muy interesantes que se han dejado como meras anécdotas a las que se les podía haber dado más desarrollo.

Estos documentales suelen dar información adicional de noticias que al final no solemos conocer en detalle y ayudan a descubrir más gracias al análisis exhaustivo que tiende a realizarse en estos reportajes. Con la premisa de querer saber cómo unos jóvenes —algunos incluso menores de edad— que estaban asentados y llevaban vidas corrientes en ciudades españolas como Ripoll pudieron ser los terroristas que han matado y dejado un gran número de víctimas de terrorismo con sus actos, 800 metros termina siendo una miniserie entretenida y que se ve del tirón gracias a un ritmo incesante que se centra más en los días previos a los atentados y a los actos terroristas en sí, y deja cuestiones como las creaciones de estas células de jóvenes o los problemas postraumáticos por estrés, ansiedad y miedo de quienes sufren experiencias terroristas en un segundo plano, dejándolas caer pero sin ahondar de lleno en ellas.