⇓ SPOILERS A CONTINUACIÓN ⇓

La esperada segunda temporada de Euphoria (Sam Levinson, 2019) no ha dejado indiferente a quien haya decidido sumergirse en sus ocho nuevos episodios. Una segunda parte mucho más oscura que incide más en ciertos personajes y ahonda de lleno en sus problemas. Hemos podido conocer la vida pasada de Fez y su hermano pequeño en el primer episodio o la de Cal, el padre de Nate, en el tercer episodio. Episodios que nos ayudan a comprender a estos personajes y cómo han llegado hasta las vidas actuales que hemos conocido en la primera temporada. Rue tiene ahora mayor protagonismo y sus problemas con las drogas nos dejarán un doloroso pero realista retrato de la adicción a las drogas en el quinto episodio que nos conmoverá por la intensidad de la interpretación de la actriz Zendaya.

La parte negativa de esta segunda temporada es sin duda la menor presencia de personajes como Kat, Jules o Ethan, que se han quedado en un segundo plano por el protagonismo mayor de otros como Cassie, quien es prácticamente el centro de las miradas ahora, Fez, Rue o Lexi, esta última con una obra teatral que replica las vidas de los personajes dejando un doble episodio final en el que los momentos de máxima tensión de varias historias se entremezclan para que la intriga y la explosión de sentimientos sean mayores todavía. Y es que la tensión sigue siendo clave en numerosas secuencias de la serie y en esta segunda parte, la ficción dentro de la ficción ayuda a la autorreflexión de los personajes y a la salida de la ficción del propio espectador, a quien se le explica con claridad que sus posibles frustraciones y expectativas con los personajes en la actualidad fueron ya advertidas en anteriores episodios.

Una admirable puesta en escena en la que también la banda sonora ayuda a contar las historias, consiguiendo que el ritmo de ‘Right down the line’ de Gerry Rafferty, ‘Call me irresponsible’ de Bobby Darin o ‘Stand by me’ de Ben E. King se nos queden grabados en el cuerpo y esos catorce minutos de introducción del episodio tres con música de INXS, Depeche Mode, Roxette y Lenny Kravitz nos trasladen rápidamente a toda una época pasada. Euphoria vuelve a posicionarse como una serie única y original con una segunda temporada en la que la manera de representar esos problemas de la adolescencia y edad adulta ofrecen un retrato absolutamente brillante con el que su especial cuidado de la estética y forma de representación la convierten en una apuesta atrevida, insólita y extraordinaria.