Con una gloriosa primera secuencia en el primer episodio nos adentramos en el atraco del siglo, el protagonizado por un grupo de pequeños malhechores con distintas habilidades que están liderados por un profesor que tiene un plan perfectamente estudiado para hacerse con una sustanciosa cantidad de dinero de la fábrica nacional de moneda y timbre. La casa de papel (Álex Pina, 2017) se ha convertido inesperadamente en una de las series del momento con una primera temporada compuesta por nueve capítulos que harán cómplices a los espectadores de un inquietante thriller repleto de tensión.

Con una narradora que nos guía en cada episodio hacia el pasado y el presente de la vida de cada personaje y con múltiples historias que se desarrollan dentro de su variado reparto principal, La casa de papel destaca por la constante incertidumbre que se vive durante los días que dura el atraco, así como por la inteligencia del profesor y de sus compinches que, gracias a un estudio y aprendizaje previo, suelen ir por delante de la policía y de los intentos de atraparlos de la inspectora principal del caso. Las buenas interpretaciones de todo su elenco nos dejan personajes con los que el espectador disfrutará conociendo más profundamente conforme se va desarrollando la serie, y que han hecho que una primera temporada no sea suficiente para descubrir a muchos de ellos como Berlin, Nairobi o el profesor.

Con una clara influencia americana, el papel de la mujer es menos relevante y secundario que el de los hombres, a pesar de hacernos creer en un principio que las verdaderas protagonistas son personajes como Tokio o la inspectora, y mostrándonos finalmente que el drama en las vidas de los personajes femeninos las convierten en mujeres demasiado vulnerables que se dejan llevar más por el corazón que por la razón, y en los que en algunos casos, su físico parece ser más interesante de mostrar en la serie que la propia historia que les acompaña. La casa de papel mantiene los estereotipos y el machismo que todavía se refleja en el cine y las series del siglo XXI —y que se resiste a desaparecer—dejándonos un thriller repleto de tensión con interesantes personajes pero con una credibilidad dudosa.