Merlí Bergeron es un profesor de filosofía, inconformista, crítico con la vida y una persona cercana que a través de la televisión se ha adentrado en nuestras vidas para quedarse en ellas. No solamente los estudiantes de segundo de bachillerato han tenido la oportunidad de aprender de sus clases y de la vida con los consejos y compañía de Merlí, también nosotros como espectadores hemos podido dar una vuelta a las teorías de muchos filósofos y cuestionarlas y utilizar nuestro pensamiento crítico para reflexionar sobre ellas mientras disfrutábamos del personaje tan carismático y excepcional que es Merlí.

Tras dos excelentes temporadas —leer reseña pinchando aquí—, la tercera y última temporada de Merlí (Héctor Lozano, 2015) empieza por todo lo alto con la llegada de una nueva profesora de historia que revoluciona el instituto. En estos episodios se tratan temas como el tráfico de drogas entre estudiantes o temas en profundidad como la religión, la fe o la iglesia católica. Aunque parece que ahora son los alumnos los que parecen más adultos que los propios profesores, la serie aborda el cambio de pensamiento y sentimientos que los adultos experimentan, y plantea nuevas cuestiones que se producen en el día de día resultado de la convivencia en el trabajo y fuera de este.

Merlí sigue tocando temas de actualidad en cada uno de sus episodios con la táctica de que en cada episodio se trata la teoría y reflexión de un filósofo con el que se aborda su pensamiento y las cuestiones que este planteó en su momento y comparándolas con la actualidad. La química entre los estudiantes e incluso la buena relación de estos jóvenes con sus profesores traspasa la pantalla y refuerza la teoría de que Merlí es una de las mejores series de la televisión española y la mejor hasta la fecha abordando el mundo del instituto con estudiantes y profesores.