Estamos en el año 1929 y el colapso de la bolsa de Wall Street afecta a los negocios de los Peaky Blinders. En esta nueva temporada, el mundo de la política rodea la vida de Tommy Shelby que deja en un segundo plano el negocio de las apuestas. Además, los hermanos Shelby deben afrontar una época complicada en la que el cerebro de la familia sigue derrochando ambición y demostrando su inteligencia a pesar de la depresión y aislamiento que sufre.

Steven Knight regresa con una quinta temporada que nos trae cuatro personajes relevantes tanto de la época como de la historia que influyen en las vidas de los Peaky Blinders, a pesar de que no se les da la misma importancia a cada uno de ellos en la trama. Por un lado, volvemos a ver a Aberama Gold, un asesino a sueldo gitano que trabaja para Tommy y conocemos a Sir Oswald Mosley, basado en el político con el mismo nombre que fundó el partido Unión Británica de Fascistas en los años 30. Ambos aparecen en cada episodio y la trama cambia gracias a ellos.

Por otro lado, volvemos a encontrarnos con Jessie Eden, la líder sindical que se basa en el personaje real que ya en anteriores temporadas de la serie fue la responsable de la huelga de mujeres de 1924 y negoció con Tommy la igualdad salarial de los empleados de su fábrica, y también debemos tener en cuenta el personaje de Gina Grey, una joven que entrará en la vida de los Peaky Blinders con las ideas muy claras tras convertirse en la pareja de Michael. Ambas en papeles secundarios que junto a los de Ada o Polly se quedan en la trastienda en esta temporada.

En definitiva, la última temporada de la serie Peaky Blinders que por el momento parece que finalizará tras dos nuevas temporadas y un largometraje, nos deja seis episodios especialmente oscuros que con altibajos en alguno de ellos pero manteniendo su excelente fotografía y el cuidado en los detalles, sabe recuperar en sus episodios finales la esencia que hizo crecer a esta serie de gángsters que una vez más demuestran ser quienes dominan las calles, los comercios y sobre todo, controlan a los habitantes de Birmingham.