El actor Hugh Laurie, quien para muchos será siempre recordado por su papel del insoportable pero inteligente médico de la serie House (House M.D., David Shore, 2004), quiere que nos quitemos de la cabeza al doctor al que dio vida durante años y le recordemos como Peter Laurence en Roadkill (Michael Keillor, 2020), un político conservador británico con una personalidad peculiar que arrastra esa ironía e intelecto del médico que interpretó en House en esta miniserie de cuatro episodios que retrata el panorama político actual tan repleto de escándalos y corrupción.

Con el incentivo de tener a dos actores protagonistas como Hugh Laurie y Helen McCrory, Roadkill destaca por el cuidado con el que se han creado sus personajes y por los sutiles diálogos que forman un interesante thriller con toques de drama continuamente bañados en ironía. Las mentiras, los engaños y la corrupción del sistema político se describen con naturalidad en esta batalla entre políticos del mismo bando y la presencia de la prensa buscando la primicia y aportando morbo a las historias.

La falsedad en la política, en los medios de comunicación y en el mismo núcleo familiar así como las relaciones políticas y personales por interés son cada vez más comunes en ciertos ámbitos de la sociedad y se representan aquí con total naturalidad. La peculiaridad de un ser como Peter Laurence con una familia disfuncional y una vida nada tradicional consigue adentrarnos en esta cautivadora miniserie, con una música entre secuencias que nos atrapa y una sucesión de personajes que van conectando en su desarrollo y que consiguen que Roadkill se quede corta y demuestre que podría haber dado mucho más de sí.

«Seré villano antes que hipócrita» – Peter Laurence