La década de los años 80 fueron unos años que aportaron al cine películas míticas que seguimos recordando treinta años después. Películas como E.T., Blade Runner, los Goonies, Beetlejuice, los Cazafantasmas, Terminator, los Gremlins, Star Wars o Indiana Jones son algunos de los ejemplos en los que las aventuras, la ciencia ficción, el cine fantástico o el terror fueron los géneros que más se combinaron en estos largometrajes. Y concretamente, han sido películas como los Goonies o los Gremlins las que han influenciado la aparición en pleno siglo XXI de una serie como Stranger Things (Matt & Ross Duffer, 2016). Esta serie cuenta la historia de un grupo de niños cuya amistad se pone a prueba cuando secuestran a uno de ellos. Tanto los jóvenes como varias personas del pequeño pueblo en el que viven empiezan a ser testigos de hechos extraños que van sucediendo, y comienzan a investigar los sucesos y a buscar al pequeño.

Stranger Things mezcla realidad y ficción y de esta manera, crea un thriller entretenido que une a personajes cotidianos con los que empatizamos fácilmente con historias misteriosas y sobrenaturales que nos atrapan por la irrealidad creada por la ciencia ficción. Asimismo, las referencias constantes que hacen los niños a series y películas míticas del pasado que van citando a lo largo de la búsqueda de su amigo nos sacarán más de una sonrisa, y viviendo junto a ellos su peculiar investigación, nos enseñarán el significado de la amistad que ya el cine de los 80 era un tema recurrente. Los hermanos Duffer y Shawn Levy homenajean a los clásicos del cine de los años 80 con esta serie en la que el misterio y la fantasía nos vuelven a llevar a esa década gracias principalmente a su música y a la puesta en escena creada, y que nos recuerda la magia de ese tipo de relatos sobrenaturales que no llegan a ser tan desagradables como las películas de género fantástico o de terror que se están produciendo en los últimos años, y que demuestran que en pleno siglo XXI, historias sencillas pero ingeniosas siguen atrayendo al público como lo hicieron décadas atrás.