Tras siete temporadas, el pasado domingo 12 de mayo se retransmitió en la cadena HBO el último episodio de la serie de televisión Veep (Armando Iannucci, 2012). Una sitcom que creció siendo una parodia realista del mundo de la política y en la que la primero senadora y después vicepresidenta americana Selina Meyer se rodeaba de asesores en una desesperada medida para intentar realizar puestos de trabajo de los que no estaba formada ni preparada.

En cada episodio, sus aproximadamente treinta minutos son suficientes para retratar una sátira política cuyos espléndidos diálogos están cargados de burlas y crítica. Sus guiones se centran en el personaje de Selina Meyer y su equipo de trabajo resalta y construye la figura protagonista interpretada por una magnífica Julia Louis-Dreyfus. Rodeada de un elenco excepcional que con un ritmo frenético crean una serie amena y mordaz sobre la política, Veep cierra siete temporadas reproduciendo el mundo de la política con humor negro sin censura.

El retrato del político rico representado como un ser humano egoísta cuya soberbia le hace querer parecer honrado ante los ciudadanos mientras nos manipula llevando una vida de lujos innecesarios y olvidando al resto de la humanidad se evidencia con Serina Meyer, una política que usa a sus empleados como marionetas para su beneficio personal. La ironía, los diálogos y sus excelentes interpretaciones son los puntos fuertes de Veep, una serie que se intentó imitar en España con Javier Cámara a la cabeza de Vota Juan (Juan Cavestany & Diego San José, 2019) pero que no llegó a tener el éxito y el interés de los espectadores como sí ha conseguido la despiadada y engreída Selina Meyer y su séquito.