Netflix acaba de estrenar la miniserie de televisión Ciudad de sombras (Jorge Torregrossa, 2025). Otro thriller policíaco más para los fans del género. Compuesta por seis episodios, dos personajes protagonistas hacen que sigamos de cerca una investigación policial en Barcelona. Buscan al responsable de la muerte de un hombre al que han quemado vivo en la fachada de la casa Milà. Con una primera secuencia impactante y también morbosa sobre el terrible suceso, conocemos a continuación a los dos protagonistas encargados de llevar el caso.
Sus problemas personales son también los temas que acompañan a los policías en medio de la investigación. Entre los dramas de sus vidas privadas y los propios del caso, Ciudad de sombras crea un thriller entretenido pero sin sorpresas que nos recuerda a otras producciones televisivas del mismo género en muchos de sus detalles.
La ciudad y sus cicatrices históricas
Con vídeos reales y antiguos de Barcelona que nos invitan a recordar cómo era entonces y algunos de los sucesos importantes que tuvieron lugar en los años 90, los monumentos más emblemáticos de la ciudad son los que recorremos en cada episodio. El suspense se crea a base de muchos de los clichés que el género policiaco refuerza en sus producciones. Por ello, es más complicado que este nos sorprenda, y más fácil intuir con antelación qué va a ir sucediendo.
Y así, con historias que beben mucho de la realidad (las expropiaciones, el periodismo sensacionalista y sin ética o la corrupción), se crea una serie en la que lo mejor son las interpretaciones de sus dos actores principales. La de Isak Férriz y Verónica Echegui — a quien la serie recuerda con cariño en los créditos finales de cada episodio—. Seguramente, el papel al que da vida la actriz que nos dejó este mismo año, el de una mujer seria, profesional y humana sea lo mejor de toda la serie.
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