La tierra con sus temblores y movimientos tiende a ocasionar catástrofes como los dos terremotos sucedidos en Turquía y Siria recientemente que se han llevado la vida de miles de personas. Por si estas catástrofes provocadas por la naturaleza no fueran suficientes, la complejidad de la mente humana se suma también para crear problemas y muertes innecesarias que tienen menor explicación que las producidas por la propia naturaleza pero que ocurren demasiado a menudo. Y uno de estos casos lo vemos descrito en el largometraje As bestas (Rodrigo Sorogoyen, 2022) que aunque es un relato de ficción, está basado en la historia real que tuvo lugar en la aldea Santoalla do Monte que se encuentra en la provincia de Ourense.

Una pareja de franceses —que en la vida real son holandeses— viven en un pequeño pueblo ourensano en medio de las montañas y establecen su proyecto de vida allí cultivando los productos de la tierra y vendiéndolos en la comarca. El hombre recibe amenazas continuas de un par de vecinos del pueblo y aunque termina denunciando los hechos, no parece ser suficiente para que la guardia civil o el resto del pueblo hagan algo por la pareja. Y con esta trama aparentemente sencilla, el potente guión de Isabel Peña y Rodrigo Sorogoyen nos lleva rápidamente a esa aldea y a la complicada situación a la que se enfrenta la pareja, de manera que con mucha tranquilidad y armonía, el espectador intenta entender los diferentes puntos de vista y formas de ser de los protagonistas.

Con técnicas como los frecuentes primeros planos a los personajes principales y con las excepcionales interpretaciones de todo su elenco entre las que brillan enormemente Marina Fois, Denis Ménochet, Luis Zahera y Marie Colomb, el espectador se sumergirá en este thriller repleto de silencios al que le rodea una suave banda sonora que nos sitúa en la Galicia rural y en la que sus privilegiadas vistas y la naturaleza que les rodea, son testigo de una tragedia que como la mayoría de las tragedias, podía haberse evitado. Dedicada a la protagonista real de la historia, esa serenidad a la hora de contar un duro relato que también narra una preciosa historia de amor y explica lo que significa un hogar, nos lleva a intentar comprender las decisiones que ha tomado cada uno de los personajes —por difíciles que puedan parecer al público—, y nos hará reflexionar sobre la brutalidad y la complejidad del ser humano.