La última comedia romántica estrenada en la plataforma Netflix podía haber tenido un título más largo en su traducción al español pero finalmente decidieron dejarlo en La probabilidad estadística del amor a primera vista (Vanessa Caswill, 2023), a pesar de que su título original en su versión corta solamente decía ‘Amor a primera vista’. Con una narradora presente que con varios papeles en la cinta nos va haciendo pequeños spoilers de lo que vamos a ver —a pesar de que en una película romántica poco queda para la originalidad y la imaginación del espectador ya que este puede anticipar lo que vamos a ver—, la ópera prima de la directora Vanessa Caswill se basa en el libro de Jennifer E. Smith para traer un romance juvenil que nos presenta el amor a primera vista entre dos protagonistas jóvenes y guapos en un aeropuerto.
El género de la comedia romántica no podría desarrollarse sin varios toques dramáticos en sus historias principales que aportan imperfección a los relatos dentro de una estructura que termina dando perfección al romance principal. La completan una banda sonora popera con temas de Morgan Harper-Jones y otros artistas como Angelo De Augustine o The Buggles con su tema ‘Video Killed The Radio Star’ pero sobre todo, el colorido de una puesta en escena durante todo el metraje y las luces, que terminan de poner a punto todos los escenarios por los que nos movemos. Algunos de los flashbacks al pasado nos ayudan a conocer el entorno del que viene cada uno de ellos y los sucesos que les marcaron en su infancia así como sus distintas personalidades, y es la forma en la que se cuenta su romance la que nos adelanta que esta comedia romántica parece estar dirigida especialmente a los más jóvenes.
¿Por qué las películas románticas son ya consideradas cursis de por sí? ¿Es porque las hacen cursis con sus canciones poperas, sus frases y el énfasis en el amor constantemente? ¿Es porque estamos cambiando la forma en que consideramos el amor o es porque estamos cansados de ver el mismo tipo de películas románticas una y otra vez? La probabilidad estadística del amor a primera vista es una película cursi, sí, pero también es verdad que la cinta se deja ver y quizás sea la combinación de la buena química que hay entre los dos actores protagonistas, su colorida puesta en escena, el ritmo tan marcado que tiene y su trama principal y tramas secundarias familiares, los que sustentan el entretenimiento de este pequeño cuento de hadas con varios relatos que le dan forma a la narración y que una ciudad como Londres como escenario en gran parte de la cinta termina de ponerle la guinda a esta fábula.
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