Con un ejercicio que realiza una profesora a sus alumnos con el que les hace cerrar los ojos e imaginar una situación concreta —y que también puede realizar el propio espectador—, comenzamos este recorrido que sigue los pasos de una profesora de literatura. La cámara, sin embargo, se detiene a fijarse a menudo en un alumno en concreto, Viktor. Y el joven parece estar la mayor parte del tiempo distraído en su propio mundo. Ana, que así se llama la profesora, tiene unas ideas creativas y transgresoras que gustan a los alumnos y también a la dirección, que le encarga el proyecto de la celebración que van a hacer de los 150 años del instituto. Sin embargo, cuando el padre de Viktor ve que su hijo está viendo la película Vidas al límite (Total Eclipse, Argnieseka Holland, 1995) que ha recomendado la profesora, esa relación homosexual de la historia de la cinta no le parece adecuada para un adolescente de 17 años y pone una denuncia contra la profesora, empezando así una batalla contra ella.

La profesora de literatura (Elfogy a levego, Katalin Moldovai, 2023) es una película húngara que nos lleva a seguir la vida rutinaria de una mujer que parece haber nacido para dar clase gracias a esa capacidad para escuchar, dialogar y enseñar que parece tener de forma innata. Este brillante e inteligente largometraje nos hace reflexionar sobre la educación y también nos ayuda a darnos cuenta de lo importante que es tener cerca una buena profesora, y cómo un ser humano puede complicar la vida de una misma persona si es que tiene suficiente voz y poder para hacerlo. La calma con la que se narra todo el relato es asombrosa y el realismo que presenta se une a la maravillosa interpretación de la actriz Ágnes Krasznahorkai, quien nos atrapa solo con su actuación y sin necesidad de diálogos.

Lo que empieza siendo una queja aparentemente pequeña y que debería solucionarse pronto se convierte en un castigo injusto que destapa la verdadera cara de quienes tiene a su alrededor, y que en muchas ocasiones, descubre los miedos y la falta de empatía de otros a hablar, y los convierte en cómplices de esa guerra humillante e inaceptable. La profesora de literatura es un largometraje excepcional ya que nos lleva a ponernos en la piel de su protagonista y ver el comportamiento de las personas, e intentar ver qué haríamos nosotros de estar en sus lugares. El filme se convierte en una advertencia de lo rápido que puede cambiar el mundo cuando se censura el conocimiento; y la intolerancia, el miedo y el silencio ganan el pulso a la escucha, el diálogo y la comprensión.