La carta de presentación de la directora Avelina Prat es una historia que nos lleva a conocer a Vasil, un inmigrante búlgaro que vive en la calle desde que llegó a Valencia y a Alfredo, un jubilado español que le acoge en su casa hasta que pueda encontrar y costearse un lugar donde vivir. El vocabulario básico de español que habla Vasil le servirá para comunicarse en España y seguir disfrutando de partidas de ajedrez en un club privado valenciano. Vasil (2022) es un largometraje que con una historia sencilla y un relato que está narrado con total naturalidad, nos llevará a entrar de lleno en la historia de este inmigrante que tiene una actitud positiva ante la vida a pesar de las circunstancias que vive, y nos hará ser testigos del distinto trato que le dan las personas que se irá encontrando en el camino.

La dificultad para encontrar trabajo en España o acogerse a ayudas para ir sobreviviendo ante circunstancias personales concretas evidencia todo lo enrevesado que rodea a la burocracia española y al complejo —y no tan productivo— sistema que tenemos en el país. La modesta vida que lleva Vasil no le impide disfrutar de las pequeñas cosas de cada día y su actitud frente a los problemas o las preocupaciones que tiene es verdaderamente envidiable —al menos de cara al exterior—. Asimismo, la paciencia, bondad e inteligencia que demuestra el protagonista y su capacidad de ayudar al otro sin pensárselo serán buenas compañeras para la relación tan humilde que tiene con Alfredo y el resto de personas con las que trata. La relación entre Vasil y Alfredo comienza gracias a la soledad que hay en las vidas de ambos y la ayuda que le ofrece Alfredo a otra persona que lo necesita, y entre cafés y breves conversaciones echarán alguna que otra partida de ajedrez.

La película refleja la importancia de la ayuda al otro en un momento en el que la sociedad avanza hacia el individualismo, pero también describe las envidias del ser humano y la distinción de clases que realizamos según la estratificación social en cuanto a raza, riqueza o clase social. A pesar de la sencillez de su historia, el filme Vasil está lleno de matices y peculiaridades que se muestran en una historia inusual y original en la que la amistad, la familia o la convivencia de sus protagonistas da pie a una realidad distinta que se crea con el cambio de vida que viven dos seres humanos muy diferentes entre sí a los que de primeras simplemente une su pasión por el ajedrez, y con la que se describen personajes corrientes con personalidades muy formadas y peculiares que pueden llegar a considerarse antihéroes y que también tienen cabida dentro del séptimo arte.


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