El documental Wilding, el regreso de la naturaleza (Wilding, David Allen, 2023) presenta la historia de Isabella Tree y Charlie Burrell, una pareja de agricultores que, cuando él heredó con 21 años las tierras familiares de sus abuelos (1400 hectáreas) a finales de los años 80, se dio cuenta de que el terreno arado estaba impregnado de productos químicos, y esas tierras marginales no servían para la agricultura industrial. Los agricultores dependían de los subsidios que, entre otras cosas, se usaban para pagar toneladas de fertilizantes y pesticidas y, a la larga, no era sostenible y terminaba destruyendo el suelo del que uno depende para vivir. Cuando entendieron lo roto que estaba el sistema, pudieron empezar a escuchar e iniciaron el proyecto Knepp Wildland, con el que querían recuperar el paisaje perdido años antes.
Para ello, gracias a la ayuda de otros especialistas y otros proyectos similares como el ya realizado en Holanda, —y pese a la burocracia y lentitud del gobierno británico para darles las licencias necesarias para ir avanzando—, fueron integrando animales en el paisaje. Con la llegada de caballos, ciervos y cerdos que empezaron a vivir en libertad en plena naturaleza, fueron viendo cómo llegaban otras especies que nunca habían estado antes en el país británico como las tórtolas o los ratones espigueros, e introdujeron animales que se habían considerado extintos allí por la acción del hombre como los castores —una vez que el gobierno les dio el permiso diez años después de solicitarlo para la entrada de estos animales—.
Wilding, el regreso de la naturaleza nos hace ser testigos de este cambio tan excepcional que empieza a producirse en estas tierras, y nos hará disfrutar de un paisaje paradisíaco que mezcla naturaleza y animales. Gracias a ello, nos damos cuenta de que, solamente dejando estar a los animales en libertad sin la presencia humana de por medio, todo fluye con naturalidad. El documental se apoya de la narradora que es la propia Isabella Tree, quien nos adentra en sus tierras y nos deja admirar todo ello, consiguiendo emocionarnos al ver lo que dos personas pueden conseguir con un pequeño proyecto que es grande en su resultado. Pese a que el planeta necesita una transformación integral, Knepp se convierte en un ejemplo a seguir para replicar y devolver la vida al planeta.
En este presente y futuro tan pesimista que anticipamos con los actos humanos que nosotros mismos provocamos con nuestras acciones, el documental es un aliento de esperanza para la recuperación del planeta. Isabella y Charlie son dos personas que, a pesar de la negativa de gobierno y demás personas de alrededor que no estaban de acuerdo con un proyecto desconocido, creyeron en ellos mismos y siguieron adelante para demostrar con el paso de los años y tras ponerlo en práctica, que los resultados evidencian una restauración ecológica y una autorregulación de los ecosistemas que devuelve estas tierras a un estado cercano al original que tuvieron antes de la intervención humana. Wilding, el regreso de la naturaleza nos demuestra que, con el compromiso y la acción de las personas se puede devolver la vida a lugares donde antes no la había.
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